martes, 5 de junio de 2012

Niñas y niños abusados por sacerdotes en México. Digamos No a la pederastía



 El sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, es un violador
 
45 niñas y niños abusados por sacerdote Mexicano

4 de junio de 2012.- Al menos 45 niños indígenas en Oaxaca, al sur de México, fueron víctimas de abuso sexual por parte del sacerdote católico Gerardo Silvestre Hernández, según denuncias efectuadas por los familiares de las víctimas desde junio de 2009, informó el diario mexicano La Jornada.

Padres de los afectados y sacerdotes de la región denunciaron a Silvestre Hernández ante el arzobispo José Luis Chávez Botello, quien ignoró las acusaciones, según cita el diario.

Las denuncias fueron notificadas al Vaticano, donde, a pesar de todo, declararon al sacerdote "inocente".

Chávez Botello "permitió que durante más de tres años continuara en ejercicio, castigó y removió a quienes escucharon y atendieron a los denunciantes y lo premio con más poder y privilegios", publicó La Jornada.

El pasado 27 de mayo, el arzobispo se vio obligado a suspender al religioso, después de que el mecánico Pedro Mendoza denunció a Silvestre Hernández por abusar de su hijo en el 2006.

Luego, surgieron otras dos denuncias de jóvenes que en su niñez también pasaron por la parroquia de San Pablo Huitzo, entonces a cargo de Gerardo Silvestre.

En junio de 2009, siete sacerdotes diocesanos denunciaron ante el arzobispo el caso "probado de pederastia clerical en una zona indígena" y de "afición al alcohol, el dinero y el poder" de Silvestre Hernández.

En una carta formal enviada al cardenal William Joseph Levada, directivo de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, los religiosos oaxaqueños aseguraron que desde el 16 de junio de 2009 “advertimos a nuestro arzobispo (Chávez Botello) y a su obispo auxiliar, Óscar Campos Contreras (hoy obispo de Tehuantepec, sur), en una reunión que le pedimos para tratar este caso, que el malestar del pueblo y la noticia de la pederastia del padre Gerardo Silvestre Hernández estaba desbordando los límites de las parroquias de Santiago Camotitlán -su parroquia inmediatamente anterior- y Villa Alta, su parroquia actual en este momento”.

La carta, enviada también al Vaticano el 4 de agosto de 2010, añadía: “Estamos muy preocupados por esta situación que, consideramos, puede llevar a nuestra iglesia diocesana y por ella a la Iglesia universal a una crisis de credibilidad y de pérdida de respeto peor que la que el papa Benedicto XVI advierte en su Carta Pastoral a los católicos de Irlanda”.

"El delito de pederastia que denunciamos, pudiendo resolverse a tiempo, se ha dejado que avance encubierto por nuestro arzobispo, con gran sufrimiento de niños y adolescentes indígenas, de sus padres y de pueblos completos", expresaron los sacerdotes en la misiva.

Pese a las denuncias, el líder católico evadió los señalamientos e incluso reprendió a los clérigos, que dijeron que la investigación de lo denunciado no se había hecho "de manera honrada, transparente y apegada a las leyes de la Iglesia", por lo que plantearon la posibilidad de que el arzobispo renunciara.

Vaticano reprime a religiosas, solamente porque se pronunciaron a favor de la diversidad sexual.





El vaticano fortaleciendo su represión en contra de las monjas, que integran la Conferencia de Religiosas, de EE.UU

El Vaticano condenó oficialmente este lunes el libro de la religiosa estadounidense Margaret A. Farley por su tolerancia respecto a la unión homosexual, la masturbación y el divorcio seguido de nuevas nupcias.

En una nota oficial, la Congregación para la Doctrina de la Fe solicitó a los católicos que no consulten el libro “Just Love. A Framework for Christian Sexual Ethics” (Sólo Amor. Un marco para la ética sexual cristiana) debido a que no se corresponde con la posición de la Iglesia.

“No está en conformidad con la doctrina de la Iglesia”, subraya la nota divulgada por la oficina de prensa de la Santa Sede.
Para la congregación, el libro, publicado en el 2006, contiene “errores doctrinales cuya publicación ha sido causa de confusión entre los fieles” por lo que decidió emprender un ulterior “examen con procedimiento urgente” que confirmó que sus “proposiciones son erróneas”.

Las autoridades del Vaticano solicitaron a Sor Farley, en una carta fechada el 5 de julio de 2011, que corrija “las tesis inaceptables” de su libro, lo que no aceptó.
La religiosa, profesora de ética, defiende la masturbación, que permite “a las mujeres descubrir su propia capacidad para el placer, algo que algunas no han descubierto y ni siquiera conocido en sus relaciones sexuales ordinarias con sus maridos o amantes”, escribió.
La masturbación generalmente no implica ningún problema de carácter moral“, subrayó.

Sobre la homosexualidad, la monja apoya el matrimonio entre homosexuales, pide que se respeten tales relaciones y considera que las personas deben “tener la posibilidad de escoger o no de serlo”.

En lo referente al divorcio, Sor Farley sostiene que ante los cambios “inesperados” que atraviesa la sociedad y la pareja, la “indisolubilidad del matrimonio” se puede poner en entredicho.
A veces el matrimonio puede “disolverse” y el compromiso para toda la vida “cambiarse legítimamente”, sostiene la monja.

La religiosa estima que la pareja con hijos queda marcada para siempre por la experiencia, pero eso no implica “la prohibición de un nuevo matrimonio”.

A las posturas liberales de la monja, las autoridades de la Iglesia católica responden punto por punto y citan el catecismo y los Evangelios para rechazar tales aperturas.

“La masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”, reitera la Santa Sede, que recuerda que “el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”.

La condena del Vaticano fue aprobada por el papa Benedicto XVI.

El viernes pasado el Consejo Nacional de la Conferencia de Líderes de Mujeres Religiosas (LCWR, por sus siglas en inglés), que cuenta con 1.500 delegadas para representar a unas 57.000 monjas, rechazó la condena del Vaticano, que tildó “sin fundamento” y fruto de “un proceso viciado”.
Ante la protesta, el Vaticano divulgó la nota de cuatro páginas en cinco idiomas.