jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Cómo un gobierno puede celebrar el parto de una niña violada?


¿Cómo un gobierno puede celebrar el parto de una niña violada?

Católicas por el derecho a decidir, les comparte este artículo publicado por el diario La Prensa, que el mismo nos permita reflexionar sobre la tragedia que viven muchas niñas en nuestro país.

LP/03/11/11/Voces

En Letra Pequeña

Credito: Fabian Medina, editor de LA PRENSA/Uriel Molina

Fabián Medina S.

PIFIA


Que mal lució el gobierno en el manejo del caso de la niña violada. En primer lugar, según se supo, la pasaron a una habitación para atención especial hasta que su caso se hace público, lo que hace temer por la suerte de las otras muchas niñas embarazadas de las que no se sabe nada. Luego exhiben en sus medios al niño recién nacido como trofeo, con vídeos y fotos, contra ley expresa y desdiciendo las mismas palabras de doña Rosario Murillo, quien apenas unas horas antes aseguraba que el gobierno protegería “la identidad, tanto de la niña como de su familia”.

CELEBRAR

Pero lo más triste fue que buscando como sacarle kilometraje político al asunto, se presentó el parto de una niña violada como “un milagro a celebrar” y a la propia niña-madre como “heroína”. Pregunto: ¿Alguno de los que “celebraba” quisiera acaso ver a una hija suya de esa edad embarazada para luego celebrar a lo grande y tener una heroína en casa? ¡Por Dios! ¿En que parte de la palabra “heroína” cabe esta niña que fue obligada contra su voluntad a tener relaciones sexuales, que salió embarazada sin ella saberlo y que se convirtió en madre sin tener alternativa alguna para no serlo?

TARDE, COMANDANTE


Y ya que estamos hablando de celebrar, yo celebro que el presidente Daniel Ortega llame a votar sin miedo y pida con vehemencia que cada voto de los nicaragüenses sea respetado, pero lamento que haga este llamado tan tarde. A mí me habría gustado oírle decir eso a Ortega en noviembre de 2008, cuando sacaban a los fiscales por la fuerza, reelaboraban actas a su gusto y antojo, le quitaban las alcaldías a los ganadores y se las daban a los perdedores, o cuando nunca se presentaron las cuentas completas de los votos. Es que si ha dicho algo en ese momento, tal vez no habría tanta desconfianza como la que hay ahora, comandante Ortega.

LLAMADOS

Yo también, desde mi humilde posición, me sumo a los que llaman a la gente a votar. Aunque debo reconocer que lo nicaragüenses son muy dispuestos a votar y que más bien para que estas elecciones transcurran en paz hay que hacer un llamado hacia otro lado, al Consejo Supremo Electoral, a que acredite a los observadores nacionales, que cuente bien los votos y a que, si no es mucho pedir, esta vez nombre ganadores por caridad de Dios a quienes hayan tenido más votos .

MALA ESPINA


El señor Roberto Rivas ha gastado más energías explicando que los reclamos de cédulas son un complot contra el libre desarrollo de estas elecciones, que las que gastaría si se dignara a atender a esta gente y entregarle, tal como está obligado, el documento que les corresponde por derecho. En otras palabras, se ha hecho más esfuerzo para no entregar cédulas que el que se habría hecho para entregarlas. Y eso es lo que da mala espina.

TORMENTA DE EXCUSAS

Cuando al fin termine la borrachera de la jornada electoral, ¿qué quedará? Pronostico una tormenta de excusas. Excusas para justificar todo lo que se prometió y nunca se pensó cumplir, excusas para justificar las derrotas, excusas para explicar los comportamientos extraños, los pactos que vienen… Y ahí veremos a los políticos echarse unos a otros la culpa y sacar de la bolsa las mil excusas que tienen listas desde hace mucho tiempo para justificar por qué no estuvieron otra vez a la altura de las circunstancias que les exigía Nicaragua.

BOITANO


Se podrá tener la opinión que sea del coronel Víctor Boitano Coleman, pero cada día que este ciudadano pasa en prisión es una campanada de alerta para toda Nicaragua, porque está prisionero por pensar diferente a quienes tienen el poder en Nicaragua. Es un preso político con todas sus letras y una vergüenza para todos los que hemos quedado callado ante su condición, que podría ser la de cualquiera de nosotros cuando seamos igual de inconvenientes a como lo es Boitano en este momento.