jueves, 19 de marzo de 2015

Otro crimen que sigue en la total impunidad

Católicas por el Derecho a Decidir CDD exige a la Policía Nacional de Masaya que cese la retardación de justicia y se esclarezca de forma inmediata e imparcial el delito de violación denunciado desde hace más de 5 meses por el padre y la madre de una niña de 15 años de edad, quien se encuentra con 8 meses de embarazo producto de una violación cometida por el sacerdote Alejandro Martínez Chavarría. Según los familiares de la niña, ella habría sido agredida sexualmente por el denunciado desde que tenía 13 años de edad y se involucró en actividades pastorales.

Asimismo, cuestionamos que la Jefa de la Comisaría de la Mujer de Masaya, Comisionada Xiomara Urbina, le hubiera expresado al padre de la niña que no le podía dar información de su casos “por órdenes superiores” y que la Jefa Nacional de Comisarías de la Mujer, Comisionada Mayor Erlinda Castillo, le haya dicho al padre de la niña “yo le recomiendo que este caso no lo haga público porque esto va a perjudicar a su hija y al bebé”; pues frente a los obstáculos y retardación de justicia, así como la falta de información en el caso; la víctima, se encuentra en el legítimo derecho de denunciar públicamente no solo por la gravedad del delito cometido sino la complicidad con la que han actuado las autoridades al dejar en desprotección los intereses y derechos de una menor que ahora enfrenta un embarazo que a su edad expone su salud y su vida misma.

Católicas por el Derecho a Decidir demanda al Estado de Nicaragua que no se vuelva cómplice y que en su caso:
1.      Los operadores de justicia en Masaya realicen una investigación exhaustiva y ágil de la denuncia interpuesta en contra del sacerdote Martínez Chavarría por el delito de violación en perjuicio de la niña que además ha resultado embarazada.
2.      Se garantice el acceso a la justicia y la reparación de los daños causados a favor de la menor.
3.      Que se inicien campañas en las comunidades dirigidas a proteger los derechos de las niñas y los niños frente a los abusos sexuales y en general la violencia que se ejerce en contra de ellas y ellos.

Managua, 18 de Marzo de 2015.

miércoles, 11 de marzo de 2015





Lilith la primera mujer de Adán – Antes que Eva, Lilith
Antes que Eva, Lilith
Leyendo la Biblia nos enteramos que hay allí escritas dos versiones acerca de la creación del hombre. En el capítulo uno del Génesis, se dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó”. Por lo tanto, la mujer y el varón fueron creados al unísono.
Una segunda versión aparece relatada en el capítulo dos. Aquí se dice que luego de crear Dios a Adán y convencido de que no era bueno que el varón estuviese sólo, creó a los animales y luego, haciendo caer a Adán en un sueño profundo, “de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”. Esta fue Eva, la del fruto prohibido.
Los cabalistas intentaron muchas interpretaciones para explicar la contradicción entre las dos versiones. Una sugiere que Adán fue creado inicialmente como un andrógino que poseía un cuerpo femenino y uno masculino unidos por la espalda. Luego, Dios lo dividió. Otra interpretación aparece en el Alfabeto de Ben Sirá, midrash del siglo X. Basándose en dicho texto, el mitólogo Robert Graves relata que la primera mujer de Adán no fue Eva sino Lilith: “Dios creó a Lilith, la primera mujer, como había creado a Adán, salvo que utilizó inmundicia y sedimento en lugar de polvo puro.
Sin embargo, tomando otra fuente, el Yalqut Reubeni, Graves nos aporta otro relato, en el que la información choca con la anterior: “Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de tí? – preguntaba – Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual”. Como Adán permanece intransigente, Lilith invoca el nombre de Dios, quien le da alas.
Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma. Invocó el Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición judía, por considerar que el Nombre verdadero de cualquier ser contiene las características de lo nombrado, y por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder sobre ello. Pronunciar el nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un acto de soberbia mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante sus mandatos; algo, en fin, demasiado grave
Ella se aleja, volando, del lado de Adán(de ahí su semejanza con los súcubos) . El se queja al Creador que, condolido por el desamparo del varón, envía a tres ángeles a buscar a Lilith (Senoy, Sansenoy, y Semangelof) .
Luego Lilith tomó residencia en una cueva en las costas de Mar Rojo, donde hasta éstos días se encuentra según la leyenda. Ella acepta a los demonios del mundo como amantes, y desova muchos miles de niños demonio, fue llamada Madre de los Demonios, —esposa de Asmodeus, el Rey de los Demonios.
Ella se niega a volver. Sabe que, por orden de Dios, a su regreso le espera hacerse cargo de todos los niños recién nacidos. Lilith quiere permanecer en el Mar Rojo, región en la que abundaban los demonios lascivos, con los que había dado a luz a varios lilim (demonios bebé). El castigo de Jehová por esta negativa de Lilith a regresar al lado de Adán consistirá en hacer perecer cada día un centenar de esos hijos.
Lilith exclamó que incluso esta suerte era mejor que regresar al Edén y a la sumisión a Adán. Tan pronto como los Ángeles cumplieron su amenaza, Lilith también hizo una terrible proclamación. En respuesta por el dolor infligido, mataría a los hijos de Adán. Juró atacar a los niños, e incluso a sus madres, durante el nacimiento. Juró también que los recién nacidos estaban en peligro de ser objeto de su ira, las niñas por veinte días y los niños por ocho. No solo esto, sino que también atacaría a los hombres en su sueño, robándoles su semen para dar nacimiento a más niños demonio, que reemplazarían a esos asesinados cada día.
Ante la negativa de Lilith de regresar con Adán, Dios decidió dar una nueva compañera a su creación pues proclamo que “No es bueno que el hombre esté solo”; creó a Eva a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa al hombre.
En la Biblia también es nombrada Lilith:
Isaias 34:14
«Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso». 
Genesis 2:4-25
«Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». 
Desde ese momento se supone que Lilith roba a los niños de sus cunas, además de robar también el semen de los hombres para crear nuevos demonios, otro dato curioso es que en ese tiempo cuando alguna mujer abandonaba a su marido era llamada hija de Lilith.
Adam, Eva y LILITH (לילית) la primera mujer en el Jardin del Eden