El vaticano fortaleciendo su
represión en contra de las monjas, que integran la Conferencia de Religiosas, de EE.UU
El Vaticano condenó oficialmente este
lunes el libro de la
religiosa estadounidense Margaret A. Farley por su tolerancia respecto a la unión
homosexual, la masturbación y el divorcio seguido de nuevas nupcias.
En una nota oficial, la
Congregación para la Doctrina de la Fe solicitó a los católicos que no
consulten el libro “Just
Love. A Framework for Christian Sexual Ethics” (Sólo Amor. Un marco para la
ética sexual cristiana) debido a que no se corresponde con la posición de la
Iglesia.
“No está en conformidad con la doctrina de la Iglesia”,
subraya la nota divulgada por la oficina de prensa de la Santa Sede.
Para la congregación, el libro, publicado en el 2006, contiene “errores doctrinales cuya publicación ha sido causa
de confusión entre los fieles” por lo que decidió emprender un ulterior “examen
con procedimiento urgente” que confirmó que sus “proposiciones son erróneas”.
Las autoridades del Vaticano solicitaron a Sor Farley, en
una carta fechada el 5 de julio de 2011, que
corrija “las tesis inaceptables” de su libro, lo que no aceptó.
La religiosa, profesora de ética, defiende la masturbación, que permite “a las mujeres descubrir
su propia capacidad para el placer, algo que algunas no han descubierto y ni
siquiera conocido en sus relaciones sexuales ordinarias con sus maridos o
amantes”, escribió.
“La masturbación generalmente no implica ningún
problema de carácter moral“, subrayó.
Sobre la homosexualidad, la monja apoya el matrimonio
entre homosexuales, pide que se respeten tales relaciones y considera que las personas deben “tener la posibilidad de escoger
o no de serlo”.
En lo referente al divorcio, Sor Farley sostiene que ante
los cambios “inesperados” que atraviesa la sociedad y la pareja, la
“indisolubilidad del matrimonio” se puede poner en entredicho.
A veces el matrimonio puede “disolverse” y el compromiso para toda la vida “cambiarse legítimamente”,
sostiene la monja.
La religiosa estima que la pareja con hijos queda marcada
para siempre por la experiencia, pero eso no implica “la prohibición de un
nuevo matrimonio”.
A las posturas liberales de la monja, las autoridades de la Iglesia católica responden punto por punto y
citan el catecismo y los Evangelios para rechazar tales aperturas.
“La masturbación es un acto
intrínseca y gravemente desordenado”, reitera la
Santa Sede, que recuerda que “el uso deliberado de la facultad sexual fuera de
las relaciones conyugales normales contradice su finalidad, sea cual fuere el
motivo que lo determine”.
La condena del Vaticano fue aprobada por el papa Benedicto XVI.
El viernes pasado el Consejo Nacional de la Conferencia de
Líderes de Mujeres Religiosas (LCWR, por sus siglas en inglés), que cuenta con
1.500 delegadas para representar a unas 57.000 monjas, rechazó la condena del
Vaticano, que tildó
“sin fundamento” y fruto de “un proceso viciado”.
Ante la protesta, el Vaticano divulgó la nota de cuatro
páginas en cinco idiomas.